El arte de comunicar a través de la pintura meditativa zen y el sumie: mi entrevista con David Sobrino
Te lo cuento. Hace una semana, tuve el privilegio de ser entrevistado por David Sobrino, “el mentor de mentores”, en su programa de YouTube Código 42, para dar inicio a la segunda temporada. Fue un momento especial, de esos en los que parece que el universo conspira a tu favor, en el que no solo compartí una conversación con un amigo, sino que profundizamos en el mundo de la pintura meditativa zen y en el impacto que esta práctica tiene en mi vida y mi carrera artística.
La entrevista comenzó de manera única
Pintando un bambú en directo. Ese instante fue esencia pura de sumi-e, un proceso en el que cada pincelada marca su propia historia, sin pretender perfección, solo buscando la autenticidad del momento. Tras unos quince minutos de inmersión total en este proceso, centrado en el flujo, en estar presente y en disfrutar de la respiración, terminé la obra y noté algunos “errores”. Pero en el arte zen, y en especial en el sumi-e, los errores son puertas a la aceptación, invitaciones a abrazar la imperfección y a descubrir el valor en lo que simplemente es.
Este es el camino que he elegido como artista
Uno de autenticidad, donde no escondo mis fallos sino que los comparto con quienes me acompañan en esta trayectoria. Desde el primer trazo, mi objetivo es mostrar que soy imperfecto y que imperfecto es mi arte, como la vida misma. A través de mi pintura meditativa, no busco solo comunicar y expresar mis sentimientos y emociones, sino crear un espacio de apoyo mutuo. Cada persona que decide adquirir una de mis obras o participar en mis sesiones me brinda un valioso respaldo que sostiene mi crecimiento personal y artístico, quien sabe si en un futuro tu seas una de esas personas, mientras tanto sólo con leerme me estás ayudando y mucho.
Sumi-e: el arte de meditar a través de la pintura
El sumi-e no trata de representar la realidad de forma precisa; su esencia está en conectar con uno mismo y en meditar a través de cada pincelada. Es una práctica de calma, presencia y autodescubrimiento, un arte en el que cada trazo es un instante de introspección y una oportunidad para reconectar con nuestra esencia. Además de ser una herramienta poderosa para reducir el estrés, la ansiedad y alejarnos de la prisa, la pintura meditativa zen nos invita a prevenir estos males antes de que se manifiesten, siendo un apoyo esencial para nuestra salud mental. En cada sesión y cada pincelada, podemos construir una base sólida para el bienestar, evitando así el desgaste emocional.
Únete a mis sesiones de pintura meditativa
Durante la entrevista, compartí con David cómo este proceso me ha transformado y cómo, a través de las sesiones de pintura meditativa que ahora ofrezco en grupos, empresas o de manera personalizada, puedo abrir este camino a otros. Al ofrecer estas sesiones, invito a todos a que se unan a esta práctica como una forma de acompañamiento a mi viaje artístico. Su presencia en cada sesión me permite seguir adelante en este camino. A quienes decidan acompañarme en esta experiencia les estaré profundamente agradecido, pues su participación significa para mí mucho más que una simple venta; es un gesto de confianza, una energía que recibo con gratitud y humildad.
Una invitación a mi galería: el arte imperfecto y humano
Si deseas llevar contigo un fragmento de este mundo meditativo, te invito a visitar mi galería en www.Loperakun.com. Cada obra allí representa un pedazo de mi camino, de esa búsqueda constante de autenticidad. No busco que coleccionen mi obra por coleccionarla, sino que quienes eligen tener una pieza lo hagan como un acto de apoyo y de acompañamiento. Es gracias a ellos y a su generosidad que puedo seguir dedicándome a lo que amo, que puedo continuar este camino de exploración y autodescubrimiento.
Agradecimiento, apoyo mutuo y cocreación
En la entrevista, entregué una de mis obras a David como un símbolo de nuestra amistad y de mi gratitud hacia quienes creen en lo que hago. A quienes visiten mi galería, les ofrezco la posibilidad de encontrar una pieza que no solo adorne su espacio, sino que sea un recordatorio de su apoyo y del viaje que recorremos juntos en cada pincelada. Cada adquisición es un acto de ayuda, de co-creación de algo más grande, y desde el fondo de mi ser, agradezco a quienes eligen acompañarme en este camino.
Un honor, David, que un trocito de mí habite en vuestro hermoso hogar y compartamos sinergias para siempre.
Gracias por ser parte de este viaje, por permitir que mi arte y mi práctica sean una forma de conexión, y por recordarme cada día que somos, en esencia, imperfectamente humanos.
Aquí abajo te dejo la entrevista completa, muchas gracias por leerme, verme y apoyar mi camino de artista. Un fuerte abrazo y ¡que viva el arte!